top of page

Charro milagroso; la historia de Juan Rubén Velasco Garay


*De niño, un ataque cerebeloso lo dejó sin caminar pero hoy es campeón nacional

*Medallista de oro en la Olimpiada Nacional 2015 en cala de caballo

*"Para ser charro no se necesita la cuna, sino la pasión y la entrega”, asegura.


Por: JESÚS ORTEGA

@tinta_chus


Juan Rubén Velasco Garay es un charro bendecido y no sólo por estar haciendo lo que más le gusta, sino porque literalmente recibió el milagro de la sanación y superó una enfermedad que lo había dejado sin poder caminar.


Tinta Fresca le presenta al joven que hoy es un talento del deporte nacional por excelencia, medallista de oro en Olimpiada Nacional 2015 y exponente de la nueva generación de charros.


El milagro

De niño, Juan Rubén se divertía montando a caballo en el Rancho Palmira de su abuelo pero le sobrevino un ataque cerebeloso, el cual le originó parálisis en la parte izquierda de todo su cuerpo. Los diagnósticos de los médicos eran devastadores: su condición sería irreversible.


Se arrastraba para subir o bajar escaleras, tenían que suministrarle comida por jeringas, pero, un día, tras siete meses en esta difícil condición, milagrosamente pudo volver a caminar.


Hasta hoy, los médicos no encuentran explicaciones científicas a su curación. “Hace dos meses le mandamos a los médicos unos videos donde estoy calando, coleando, manganeando y le dicen a mis papás: ese no es su hijo”, menea sonriente Juan mientras monta a caballo como cualquier charro normal.


El charro

Juan empezó a charrear en forma hasta los 14 años, por invitación de si tío Toño, quien veía como al chico le gustaba pasársela en el rancho todo el día trabajando con los caballos.


Su tío lo invitó a colear en una charreada en el Lienzo Esteban Figueroa y en su primer evento le ganó a todos los charros mayores. De ahí pasó a competir con el equipo de su tío Rodrigo, a veces haciendo la suerte del jineteo de toro, jineteo de yegua o el paso de la muerte.

Pero hace tres años nació su propio equipo, Rancho “Los Juanes”, comandado por Marconi García –una de las personas que le enseñaron a charrear- con quienes actualmente compite, aunque a su entender esta no será su profesión y por ahora es algo que comparte con los estudios.


“No me gustaría vivir de la charrería, me gusta como un hobbie”, ataja el joven, orgulloso de haber nacido charro aunque no así en cuna charra, pues su familia no practicaba este deporte.


Pero cada que salta al lienzo –confiesa- que se le enchina la piel. “Es una sensación que para que lo llegues a entender tendrías que ser charro”, sentencia Juan quien en el lienzo realiza manganas, colas y jineteos celestiales.


Este es un trabajo de Jesús Ortega, reportero chiapaneco que labora en la publicación quincenal Tinta Fresca y en el Sistema Chiapaneco de Radio Televisión y Cinematografía.


Puedes leer la historia también en Tinta Fresca, sólo tienes que darle clik a la foto

Siguenos
  • Facebook Basic Black
  • Twitter Basic Black
  • Instagram Basic Black
  • YouTube Basic Black
Posts recientes
bottom of page